El intérprete, sentado en una cabina insonorizada con vista a la sala, escucha mediante auriculares las intervenciones de los oradores en un determinado idioma y las interpreta, en tiempo real, hacia otro idioma para la audiencia, que escucha a través de receptores.
Se requiere de un mínimo de dos intérpretes por cabina y por par idiomático.
Esta modalidad de interpretación es muy recomendable para actividades formativas y seminarios, ya que entre la transmisión del contenido de aprendizaje y la traducción apenas pasan unos pocos segundos con lo que se logra comunicar el mensaje sin interrupciones.
También existe la alternativa de interpretación simultánea con equipos portátiles para reuniones con pocos participantes, como reuniones de directorio, capacitaciones y
salidas a terreno.